Qué suerte tenemos de que a la maestra Satur se le ocurran estas cosas y qué manera más emocionante de vivir este tercer trimestre.
Un día llegamos a clase y habia un elemento nuevo: ¡UNA INCUBADORA!
Y...¿ahora que? ¿qué le ponemos?
¡¡pues huevos!!
y así es como nos embarcamos en la aventura de criar pollitos durante 21 días.
Con mimo y constancia, cada día nos encargábamos de darle la vuelta a los huevos, algunos les cantábamos canciones para que estuvieran más contentos dentro del huevo y fantaseábamos con los nombres que les pondríamos cuando nacieran...
Hasta que el día 21, un valiente, decidió asomar el pico por el cascaron y la ilusión inundó la clase de Satur
Ahora disfrutan en el corral de Praxedes, a quién tenemos mucho que agradecerle por la atención que nos ha prestado y todo lo que hemos aprendido de ella.